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Un buen día se materializó en mí una pregunta: ¿Como sería vivir en el campo? Comencé a percibir la posibilidad de dejarme guiar por una voz que siempre estuvo presente en mí y a la que no siempre correspondí. Sentía caminar hacia la Nada, hacia el Vacío ... Todo son palabras ... Un Vacío de intención de falsificar-me, de hacer-me de una forma concreta para deleite de un deseo ... Sentí que podía dejarme caer en en la sutileza de ver-me, de ver lo que Es en mí en cada instante. Este espacio, que es el tuyo también, me sirve como columna para vertebrar experiencias y organizar el poso que me dejan. Un lugar para exponerme y verme, exponerme y que me vean, y sobre todo, un lugar para Ser. Un espacio, un lugar y un tiempo presente, que no es otro que el cambiante devenir de acontecimientos que se procesan en "mí", materializando y dando luz a lo que permanecía en la latencia de lo innombrado. Un espacio virtual-real para expresar mi naturaleza y mundo interno. También puedes visitar mi canal de vídeos en http://www.vimeo.com/neodespierta.

sábado, 21 de mayo de 2011

Almas gemelas

Reflexiones sobre un concepto equivocado (extracto)

Por Jorge Raúl Olguín



CREENCIAS DE BASE

Siempre nos han enseñado que las almas gemelas eran las dos mitades de un alma que se buscaban para volver a unirse. Lamentablemente, eso crea en el ser humano una dependencia afectiva. 

También nos explicaban que las almas gemelas eran dos almas tan iguales que, cuando encarnaban en el plano físico, siempre eran de distinto sexo para poder ejercer una atracción recíproca. De esa manera nos enseñaban a necesitar, a ser dependientes de un amor personal. 

Al mostrarnos la teoría de esa manera quedaba en la sombra escondida la posibilidad de que cuando uno no necesita, puede utilizar toda su energía de amor para dar.

En realidad lo que queda en la sombra es que uno no necesita un complemento, que uno no está "defectuoso", que uno es perfecto y completo en su Ser, en su esencia.

El amor personal que damos y recibimos a diario se alimenta de emociones negativas difíciles de controlar, de dudas, de celos, de diversos roles de control entre uno y otro protagonista de ese sentimiento. 

El Amor Impersonal no intenta manipular ni busca dominar a la persona a la que va dirigido ese afecto.

Para brindar ese amor tan excelso, no es necesario buscar la excusa de que somos la mitad de un todo y la otra mitad es aquel ser a quien decimos amar.

La respuesta es más sencilla y menos egoísta. En realidad, las almas gemelas no son dos partes de un mismo espíritu, tampoco son necesariamente espíritus de distinto sexo, pues los espíritus no tienen sexo.

Las almas vibran en forma sutil o en forma densa, de acuerdo a su altruismo o egoísmo. Cada vibración es distinta a la otra, pero hay espíritus que tienen vibraciones afines.

Destaco que hay almas que vibran en la misma sintonía. Son espíritus cuya vibración está en resonancia. Si dichos espíritus fueran sonido, se podría decir que son ondas acústicas de la misma frecuencia y amplitud. Esas son las almas gemelas.

Las almas gemelas son espíritus que vibran en un acorde determinado, producido en repercusión con otro espíritu.

Hay otra creencia errónea que sostiene que las almas gemelas son siempre dos; puede haber muchos espíritus que vibren en una misma frecuencia.

Creer que solamente dos son las almas que pueden estar en resonancia entre sí, es limitar la afinidad de los espíritus.

Y con respecto a vibrar en la misma frecuencia, también la afinidad se da en vibraciones densas por lo que almas gemelas se encuentran también en la oscuridad y en los planos inferiores. 

La resonancia no significa ni es, garantía de compatibilidad. 

Lo satisfactorio es que todos tenemos más de un alma gemela a la nuestra. Si vibramos en Amor, podremos percibir esas almas y, a la vez, seremos percibidos. 
                                                                                                     
                                                                                                                                                              
 MULTIPLICIDAD DE LOS ESPÍRITUS AFINES 

Los Maestros transmiten desmitificar todos los mitos creados por el hombre en su ignorancia.

Popularmente se cree que cada ser humano es una mitad en busca de la otra mitad, masculina y femenina, y que después de muchas vicisitudes, ambas partes se encontrarán y vivirán por siempre felices. 

Con esa teoría se acrecienta el Ego protagonista, ese Yo que vive necesitando, ese Yo que no está completo si no interactúa con el Yo de la otra persona. 

Creernos la mitad de otra alma es un rol como el de sentirnos víctimas de alguna circunstancia.

En los planos espirituales no hay roles, pues no hay una personalidad definida. Cada espíritu es igual al otro... solo los diferencia su mayor o menor afán de Servicio.

Hombre, mujer, abuelos, padres, tíos, hermanos, amigos, son solamente roles tan efímeros como los papeles de los actores en el cine o en las obras de teatro, que terminan definitivamente cuando baja el telón. 

¿Cuál sería el sentido de buscar y encontrar un alma gemela, en el caso de que la hubiera, si en definitiva todo duraría un pestañeo?

La verdad es que las almas gemelas son espíritus que vibran en la misma resonancia, no teniendo nada que ver con hombre-mujer. Y no necesariamente son dos; pueden ser tres, diez o mil.

Aristófanes fue mal interpretado cuando habla del mito del hombre esférico, dividido en dos mitades y que aspira a recibir su integridad. Significa que sus "yoes" están dispersos y busca integrarlos, para que el ego no cumpla su tirano rol, que supedita al ser humano a sus circunstancias.

Aristófanes da a entender que si los hombres viven sin piedad, corren el riesgo de "ser cortados en dos" por el apego.

El Amor es la unión de los semejantes, es la conexión de seres que vibran en la misma sintonía. Por ello, el amor personal es inferior, desde ese punto de vista, al Amor impersonal de un ser humano hacia otro ser humano. Y un espíritu que no ama de esa manera no tiene piedad... es un espíritu partido en dos. 

¿Se dan cuenta que no tiene nada que ver con una mitad masculina y otra femenina?

El dilema es que mientras exista el ego no hay garantía de nada, pues éste nos hace actuar como protagonistas en una Obra, volviéndonos susceptibles, incapaces de escuchar al otro y envolviéndonos en nuestros propios dramas. De esa manera, nuestra vibración cambia y ya no somos compatibles con quien, hasta ese momento, era un alma afín.

 

 LOS LAZOS KÁRMICOS 
  
Cada quien tiene su misión y, la mayoría de las veces la cumple en su vida cotidiana con las personas que tiene cerca.  

No importa quien tenga razón, lo importante es que los sentimientos negativos sean transmutados y purificados. Debemos aceptar, con humildad, que una relación que ha comportado sufrimiento, también ha significado un aprendizaje y nos ha ayudado a evolucionar. Toda persona que irrumpe en nuestra vida acaba siendo una ayuda para crecer.
  
El error del concepto es creer que las deudas kármicas son con la otra persona cuando, en realidad, las lecciones kármicas son con nosotros mismos. 

Así como las religiones tradicionales nos han creado complejos de culpa, separando cuerpo y espíritu, e inculcándonos que el primero era fuente de impureza y era un lastre para el segundo, de la misma manera nos han hecho creer que los hijos pagaban las deudas de los padres. Eso es otra forma de fomentar los lazos kármicos que, en realidad, no existen. 

Ningún espíritu encarnado se hace cargo de la lección kármica de otro, aunque en la vida sea un familiar directo. Cada uno es responsable de sus propios actos. Los lazos kármicos son una invención para hacer crecer el Ego y sumir a la persona en una dependencia nefasta. 

Profundizando más, el espíritu tampoco se hace cargo de "la culpa" de haber hecho mal a otro espíritu encarnado en una vida anterior... ¡porque ya generó su lección kármica que revertirá o no! No le debe nada al otro, se debe a sí mismo. 

Por lo tanto no hay deudas kármicas, ni lazos kármicos. No hay lazos que cortar, porque no hay lazos que atan. Lo único que ata, que crea dependencia a través de las distintas vidas y en la vida actual, es el Ego. 

Recuerden que cuando el espíritu encarna, lo que hace es interpretar un personaje... que desaparece al desencarnar. ¿Nos atamos a un personaje?
  
Algunas escuelas prodigan que muchas parejas se relacionaron karmicamente en vidas anteriores y, en la encarnación actual, pueden tener algunos conflictos. La solución que dan esos centros es tratar de cortar los supuestos lazos kármicos. 

Esas escuelas se olvidan (o desconocen) que solo encarnan los "personajes" y que, al desencarnar los mismos, sus roles dejan de ser para dar paso al "actor" que los interpretó. Y si los que se involucraron fueron meros personajes, el espíritu (actor) no se genera ninguna deuda kármica y no hay lazos reales que cortar, pues el amor personal en esa vida termina al completarse el ciclo de esa encarnación.

Por último, el perdón. Mi punto de vista sobre el perdón  es que para perdonar debimos culpar primero desde el Ego.

El perdón es un acto de soberbia proveniente del Ego, por el cual el individuo que considera haber sido ofendido, en un gesto ostentosamente magnánimo, absuelve al supuesto ofensor. 

El perdón implica ofensa, es decir que para que alguien pueda perdonar, primero tiene que haber sido ofendido, pero como nadie tiene el poder para ofender a nadie, a menos que uno le haya dado ese poder, resulta que, paradójicamente, el perdón nunca debería recaer sobre la persona que supuestamente nos ofende sino, en todo caso, sobre uno mismo, por haberle dado tan neciamente cabida a la ofensa. 

Cada uno crea sus propios estados de ánimo, o, expresado de otra manera, "los hombres no se perturban por causa de las cosas, sino por la interpretación que de ellas hacen" (Epícteto). 

El ofensor, por lo tanto, siempre es uno mismo: te ofenden porque te ofendes. De ahí que cuando alguien perdona una ofensa, lo único que está haciendo, en realidad, es desligarse de la responsabilidad que le cabe por ser su propio ofensor para trasladarla a otro.
  
El Absoluto nos dió los dos tesoros más preciados que tenemos: Su Amor y el libre albedrío.


Neo.

  

1 comentario:

  1. Aunque hubo un tiempo en el que creía en la idea romántica de las almas gemelas, -aquel tiempo en el que sentía una dependencia total hacia mi pareja de entonces-, ahora prefiero pensar en términos de almas compartiendo el camino, juntos pero independientes, amándose pero sin necesitarse. Además, en último término, todas las almas son gemelas, puesto que todas partimos de la misma matriz creadora. Un abrazo, Juanan.

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Bien hallado. Gracias por aportar tu comentario en este espacio. Un saludo.